Es el contexto actual el escenario propicio para que se caigan las caretas de quienes ya no aguantan ni un momento más disimulando ser chavistas. Es cuando la cosa aprieta que se le ven las costuras a la gente, empiezan abandonar el barco y a tratar de montarse en el bus del retroceso creyendo que van hacia el futuro.
Vengo viendo al grupo de los adecos universitarios
hacer el trabajito todos los días con estudiantes, administrativos, obreros y
docentes por supuesto, metiendo el gusanito del oposicionismo en la mente de la
gente, aprovechando el momento de tensión que vivimos en el país, haciendo
abiertamente trabajo ideológico, aunque ellos lo nieguen o no sepan qué carajo
es eso.
Y mi pregunta es la siguiente: ¿Y los chavistas? ¿Dónde
están? Qué pasa con las autoridades de la Universidad que permiten que estos
operadores políticos de la derecha recojan firmas descaradamente en una
universidad que se supone es hija del chavismo y de la revolución.
Más allá de la respuesta a esas interrogantes
antepongo una reflexión que tiene que ver con la actitud de quienes se suponen
son revolucionarios y ponen condiciones irresolubles para hacer el trabajo como
cuadro del proceso. No se puede condicionar la casta de revolucionario, no se
puede chantajear al proceso, se es chavista o no se es y punto.
Mi apuesta como revolucionario es a la masa
estudiantil, son ellos los principales actores de la universidad y como siempre
están siendo obviados en los planes de quienes aspiran el poder en la UPT. Hasta
cuándo se ignora al estudiantado, yo por mi parte me armo con ellos, confío en
ellos que la universidad no retroceda ni caiga en lo absurdo que significa
volver al pasado, hay mucho estudiante que sigue confiando en la revolución y
también hay muchos que han perdido la confianza precisamente porque hemos
abandonado la lucha y le hemos entregado el terreno a los opositores que no la
piensan dos veces para tómalo.
Mañana no nos quejemos si el látigo del fascismo cae
sobre nuestras espaldas, que la historia no nos condene y nos convirtamos en
sepultureros de la revolución.
Les dejo este poema del escritor brasilero Darcy
Ribeiro:
MI VICTORIA
ME PUSE AL LADO DE LOS
INDIOS Y ME DERROTARON
ME PUSE AL LADO DE LOS
NEGROS Y ME DERROTARON
ME PUSE AL LADO DE LOS CAMPESINOS
Y ME DERROTARON
ME PUSE AL LADO DE LOS
OBREROS Y ME DERROTARON
PERO NUNCA ME PUSE AL
LADO DE LOS QUE ME VENCIERON
¡¡¡¡¡¡ESA ES MI
VICTORIA!!!!!
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