Un Kilo de Harina Pan por un día de Conciencia

Mantecal, 26/04/2016

Por: Lcdo. José Ricardo Barroso

 Coord. Gral. PFPCHAVEZ

Universidad Politécnica Territorial del Alto Apure “Pedro Camejo”

Después de 17 años, que puede decirse de revolución, de transformaciones y cambios profundos  en el sistema Venezolano, sí, viendo al país como un sistema en el que converge lo político, social, económico, cultural y hasta ecológico; es necesario sentarse a reflexionar sobre lo que está pasando, ya que todo el mundo lo que hace es criticar por un lado y defender por el otro, pero pocos son los que, en lugar de preocuparse, se ocupan.

Reflexionar es el verbo que más me gusta, porque es el que te hace sentir vivo y activo, sin reflexión no hay conciencia, aunque en algunos casos no se requiere reflexionar para que haya conciencia sino harina pan, podría ser el título de una novela venezolana: “Sin Harina Pan no hay Paraíso”. Reflexionar te lleva a transformar y a valorar, la reflexión nos ha hecho adaptarnos a todos los cambios que hemos sufrido en nuestra historia; hasta para la maldad hay que reflexionar, todo pasa por un proceso de introspección y valoración de las cosas que suceden, de las que hacemos, de las que no hacemos y de las que otros hacen y dejan de hacer. No reflexionar es como acaparar la harina pan, no hay conciencia.

De verdad las cosas que he tenido que leer estos días por las redes sociales, que se han convertido en una especie de buró político de los partidos, por esa vía todos son ingenieros, agrónomos, politólogos, astronautas, educadores, médicos, escritores, periodistas, entre otros, desde allí, a través del táctil de un celular o del teclado de un computador (la mayoría vetelca y VIT desde luego) esa gente hay que buscarla y ponerlas en los cargos que corresponden para que el país salga de la catástrofe en la que nos arrastrado este régimen castromarxhittlermuzzolinileninista y ahora madurista; todo es tan sencillo, sólo hay que leer los comentarios en el facebook y en el twitter para que nos demos cuenta que allí los opositores tienen la solución a todo y cuando digo todo es todo.

Pero dejando el humor a un lado, nos toca reflexionar de verdad, no podemos seguir así, la revolución puede caer, para ellos es más fácil destruir que construir para nosotros, estamos luchando contra la conciencia de la gente y sabemos por historia que la derecha, entiéndase el caitalismo es un genio cuando de alienar conciencia se trata, el capitalismo hace que la gente se haga matar como zombi por él, sino pregúntenselo al ignorante, descerebrado y corrupto del tiempo y acaparador de inteligencia que gritó en estos días que gracias a Mendoza es que estamos comiendo. En fin es lo que les digo, se supone que una persona que estudió, que educa, debe mantenerse actualizado diariamente y debe reflexionar sobre todo el contexto que le rodea. Será que alguien en este país puede preguntarse, cómo una empresa que tiene más de 60 años de existencia, dónde su propietario es uno de los 6 hombres más ricos de América, no pude ser capaz de crear su propia fuente de divisa. Así cualquiera es empresario viviendo de los dólares del Estado.

La otra pregunta que debe hacernos reflexionar es: ¿por qué no quiebran las empresas, si se supone no hay producción? O será que alteraron las presentaciones de producción y cambiaron los medos de distribución. Es una pregunta que me causa intriga. Son 3 años con el mismo cuento.

Sabemos que la situación, producto de los precios del petróleo, nos ha hecho tocar un poco del fondo, pero si esta revolución no hubiera sentado bases no se hubiera sostenido, porque la gente sabe que el proceso ha hecho todo lo posible por beneficiar a los pobres, porque recuerdan el caracazo, pero como no sepamos darle su trancazo al bachaqueo, al contrabando, a los vagabundos uniformados que ayudan al peo, como sigamos echando culpa y no erradicando los fallos, nos veremos en la obligación de producir millones y millones de harina PAN y colocar el cartelito: “se cambia 1 kilo de harina pan por un día de conciencia.”

¡Chávez Vive, La patria Sigue!